Que fuerte suenan esas cinco palabras cuánto significado tiene esa pequeña oración, cuántas veces hemos escuchado mi cuerpo es un templo pero cuántas veces lo hemos tratado como tal, cuantas veces nos hemos puesto a pensar en él como el templo que es.
Mi cuerpo es un templo y como lo que es lo cuido lo agradezco y lo honró por lo que es no permito que viva en automático y que se rodeen de cosas que no lo hacen crecer y no son dignas de entrar en él, mi cuerpo es un templo y por eso que es lo cuido de diferentes maneras conectando mis tres elementos alma, mente y cuerpo conectando en el aquí y en el ahora pero sobre todo conectando con todo eso que lo llena de salud con todo eso que lo llena de amor.
Aquí lo relacionamos con el ejercicio lo relacionamos con el movimiento y con todo lo que conlleva ese proceso ese increíble proceso diario. El hacer ejercicio y llenarlo de adrenalina de euforia eso es amor propio eso es cuidar mi templo respetarlo y hacerlo desde un acto de agradecimiento y desde un acto de amor hacia el 50 minutos diarios de agradecimiento hacia el 50 minutos en los que ese templo se llena de felicidad se llena de energía.
Mi cuerpo es un templo y por ello lo cuido lo amo lo respeto pero sobre todo, lo hago presente en mi vida en mis emociones y en lo más profundo de mi ser.
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